EUROPA PRESS

10 diciembre 2017

 

El ejercicio físico influye en la microbiota del intestino

 

Investigadores de la Universidad de Illinois y la Clínica Mayo en Rochester, Estados Unidos, han aportado la primera evidencia científica de que el ejercicio físico puede causar cambios en la composición de la microbiota intestinal, con independencia de otros factores como la dieta o el consumo de antibióticos.

 

Así se desprende de los resultados de dos estudios, uno en ratones y otro en humanos, publicados en la revista 'Medicine & Science in Sports & Exercise', que evalúa el impacto de la actividad física en la flora bacteriana, que juega un papel cada vez más relevante en la aparición o control de numerosas enfermedades.

 

En el primer estudio, los científicos trasplantaron material fecal de ratones sedentarios y otros más activos a otros que se habían criado en entorno estéril y no tenían microbiota propia. Y en el segundo estudio, rastrearon los cambios en la composición de la microbiota intestinal en un grupo de voluntarios humanos a medida que pasaban de un estilo de vida sedentario a otro más activo, y viceversa.

 

"Estos son los primeros estudios que demuestran que el ejercicio puede tener un efecto en el intestino, independiente de la dieta u otros factores", según el profesor Jeffrey Woods, uno de los autores de este trabajo en la Universidad de Illinois.

 

En el estudio en animales, se observaron claras diferencias entre la microbiota de los ratones receptores en función de si recibieron material fecal de ratones activos o sedentarios.

 

Así, los receptores de la microbiota de un ratón físicamente activo tenían una mayor proporción de microorganismos que producían butirato, un ácido graso de cadena corta que promueve las células intestinales sanas, reduce la inflamación y genera energía para el huésped. Y también parecían ser más resistentes a la colitis ulcerosa experimental, una enfermedad inflamatoria del intestino.

 

"Descubrimos que los animales que recibieron la microbiota de roedores activos tenían una respuesta atenuada a un químico inductor de colitis", ha añadido Jacob Allen, que también destacó una reducción en la inflamación y un aumento en las moléculas regenerativas que promueven una recuperación más rápida.